
El Gobierno ha expresado su preocupación por la presencia de mineros que, según informes, llevarían explosivos durante la marcha evista programada para hoy. Esta situación ha sido calificada por las autoridades como un posible intento de desencadenar un derramamiento de sangre, lo que ha elevado los niveles de alerta en las fuerzas de seguridad.

Por otro lado, se ha confirmado que alrededor de 1,500 autoconvocados están reunidos en el sector de Vila Vila para manifestar su rechazo a la marcha evista. Esta concentración de personas ha llevado a la policía a implementar operativos especiales con el fin de prevenir cualquier posible enfrentamiento entre los grupos y garantizar el orden público.
El despliegue policial se está llevando a cabo con medidas preventivas para minimizar el riesgo de violencia y asegurar que las protestas se desarrollen de manera pacífica. Las autoridades manifestaron su compromiso con la seguridad de todos los ciudadanos y la estabilidad del orden público.