
El presidente Luis Arce decidió no postularse a las elecciones del 17 de agosto para evitar la división del voto popular y frenar el posible retorno de la derecha al poder. La noticia desató una fuerte muestra de respaldo en la plaza Murillo, donde fue alzado en hombros por militantes y organizaciones sociales al grito de “¡Lucho no está solo!”.

El vocero del Pacto de Unidad, Vidal Gómez, aseguró que “los nueve departamentos lo respaldan” y que “la mayoría del partido quiere que él conduzca también en 2025 y 2030”. Aun así, Arce pidió a Evo Morales que no insista en su candidatura y llamó a la unidad real de la izquierda.
El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, calificó la decisión como “una lección de compromiso con el pueblo”, destacando que Arce gobernó “resistiendo conspiraciones y ataques, sin rendirse jamás”.
El paso al costado de Arce reconfigura el escenario electoral y deja en evidencia que la pelea de fondo no es solo por una candidatura, sino por el rumbo del bloque popular frente al avance de la derecha