
En medio de la convulsión provocada por la marcha que exige la habilitación de Evo Morales como candidato presidencial, la Policía Boliviana aprehendió este viernes al dirigente Ponciano Santos, uno de los rostros visibles del ala radical del evismo. Pese a tener una orden de aprehensión en su contra, Santos participó abiertamente en la movilización hacia el Tribunal Supremo Electoral (TSE), donde fue capturado por efectivos del orden.

Horas antes de su detención, el dirigente desafió públicamente la acción policial. “Yo no tengo miedo a la aprehensión”, declaró ante los medios. Santos es investigado por delitos de terrorismo, alzamiento armado y destrucción de bienes del Estado, vinculados a los bloqueos violentos organizados por sectores evistas en 2024. Su presencia en la marcha encendió las alertas del Gobierno, que ya había advertido sobre la infiltración de actores con cuentas pendientes con la justicia.
Según reportes extraoficiales, Santos habría permanecido oculto en el Trópico de Cochabamba junto a Evo Morales, también prófugo de la justicia por un proceso relacionado con una menor de edad. La captura del dirigente marca un nuevo capítulo en la creciente tensión entre el evismo y las instituciones del Estado, y refuerza la presión sobre las autoridades judiciales para actuar frente a los intentos de desestabilización.