

El dólar estadounidense se encaminó a su mayor caída de 2024, tras un informe laboral sorprendentemente débil que aumentó la preocupación sobre las perspectivas económicas del país. Este escenario llevó a los operadores a prever recortes más agresivos en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal durante el año.
El índice Bloomberg del dólar al contado se desplomó un 0,8% este viernes, marcando su mayor caída diaria desde noviembre. La expectativa de una flexibilización por parte de la Reserva Federal y la caída de los rendimientos de los bonos del Tesoro han disminuido el atractivo del billete verde. La mayor caída del dólar se registró frente al yen japonés, que experimentó su semana más fuerte desde 2022 tras el aumento de tasas por parte del Banco de Japón.
La caída del dólar pone de relieve que la atención de los inversores se centra en la trayectoria de los bancos centrales mundiales, superando la demanda potencial de la divisa como refugio ante la creciente incertidumbre económica. Además, las acciones también se vieron afectadas por las cifras del mercado laboral, al igual que el petróleo, creando un escenario turbulento que usualmente favorecería a la divisa estadounidense.
Valentin Marinov, jefe de investigación y estrategia de divisas del G-10 en Credit Agricole, señaló: «El dólar se encuentra en un lugar incómodo, ya que los mercados de tasas estadounidenses siguen anticipando una relajación agresiva de la Fed. Esto está erosionando la ventaja del dólar en materia de tasas y empujándolo a la baja frente a sus pares del G-10».
El dólar se ha mantenido fuerte durante gran parte del año debido a que la Reserva Federal mantuvo su tasa de interés de referencia en el nivel más alto en más de dos décadas, mientras que la economía seguía mostrando resistencia. Sin embargo, las pérdidas de este viernes redujeron la ganancia anual del Bloomberg Dollar Spot Index a cerca del 3%, dejando el indicador justo por encima de su media móvil de 200 días.