
En un giro impactante en la lucha contra el narcotráfico, Omar Rojas Echeverría, un ex mayor de policía de Bolivia y capo transnacional del narcotráfico, fue detenido en Colombia en abril de 2021. Su arresto revela una compleja red de tráfico de drogas que se extiende desde América del Sur hasta Estados Unidos, confirmando su rol como uno de los narcotraficantes más notorios de la región.

Rojas Echeverría, quien dirigía una operación internacional con conexiones en Perú, Venezuela, Brasil, México y Estados Unidos, está acusado de enviar cientos de toneladas de cocaína y armas fuera de la región. Según informes de la DEA, Rojas Echeverría mantenía estrechas relaciones con altos funcionarios del gobierno boliviano durante la Gestion de Evo Morales
La DEA ha documentado que Rojas Echeverría, durante el gobierno de Evo Morales, tenía vínculos con Maximiliano Dávila, el entonces jefe de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico en Bolivia. Dávila, actualmente detenido en Bolivia, está solicitado en extradición por el Tribunal de Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York. La colaboración entre ambos fue fundamental para la protección y facilitación de grandes cargamentos de cocaína a través de aeródromos bolivianos.
El modus operandi de Rojas Echeverría incluía la coordinación de vuelos desde Bolivia a Colombia y luego a Centroamérica, con destino final en Estados Unidos. La red de tráfico también se vio reforzada por su asociación con Jorge Roca Suárez, conocido como ‘Techo de Paja’, un veterano del narcotráfico que tuvo vínculos con el Cartel de Medellín en los años 90.
Rojas Echeverría y Roca Suárez consolidaron su alianza, utilizando su experiencia y contactos para coordinar el movimiento de aeronaves cargadas con drogas desde pistas clandestinas en Bolivia hacia Estados Unidos. Las comunicaciones y reuniones entre los implicados, documentadas por la DEA, revelan su amplia experiencia en el narcotráfico y sus conexiones con los más altos niveles del gobierno boliviano.