
En un esfuerzo por maximizar los ingresos provenientes de la exportación de gas, el ministro de Hidrocarburos y Energías, Alejandro Gallardo, ha anunciado que Bolivia está enfocando su atención en nuevos mercados, particularmente en Brasil, tanto a través de empresas estatales como privadas. Este movimiento responde a las fluctuaciones en la demanda estacional de gas natural, que se intensifica en otoño e invierno.

«En este contexto, es fundamental que Bolivia se adapte a la dinámica actual del mercado, donde los contratos tienden a ser de corta duración, abarcando períodos de 3 a 6 meses, e incluso hasta un año»Este cambio es particularmente relevante tras la decisión de Bolivia de cesar sus exportaciones de gas a Argentina, tras la apertura de los yacimientos de Vaca Muerta en ese país. Sin embargo, las exportaciones a Brasil permanecen intactas.
El ministro destacó que la nueva estrategia comercial se centra en la estacionalidad, un factor crítico para garantizar la sostenibilidad de los ingresos. «El precio del gas natural está evolucionando hacia un mercado independiente del petróleo, lo que significa que la oferta y la demanda a corto plazo tendrán un impacto significativo»
Para enfrentar los desafíos de un mercado cada vez más competitivo, Gallardo enfatizó la importancia de asegurar que la producción de gas se alinee con la demanda, al tiempo que se aprovechan las infraestructuras existentes. «Estamos en un entorno de oportunidades y retos, donde debemos ser ágiles y proactivos», añadió.
Con el gas natural desempeñando un papel crucial en la transición energética global, Bolivia busca establecer condiciones favorables en sus negociaciones, especialmente en Brasil. El Gobierno ha delineado un ambicioso plan que incluye el desarrollo de 56 proyectos dentro del Programa de Reactivación del Upstream (PRU 2021-2025), con el objetivo de aumentar la producción y fortalecer la posición del país en el mercado internacional.
Para llevar a cabo esta estrategia, se están implementando mejoras en los incentivos y se acelera la puesta en marcha de nuevos proyectos, en colaboración con el sector empresarial. La apuesta de Bolivia por diversificar sus mercados y maximizar la producción de gas se presenta como un paso fundamental en su estrategia económica a largo plazo