
En un encuentro reciente, autoridades del Gobierno nacional y representantes de la Unión Europea (UE) analizaron el progreso de los programas destinados a combatir el narcotráfico y reafirmaron su compromiso en la lucha contra el crimen organizado.

El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, destacó que “somos la mejor gestión en la lucha contra el narcotráfico en la historia de nuestro país”, subrayando la importancia de un esfuerzo conjunto no solo a nivel nacional, sino también en colaboración con la comunidad internacional.
Jaume Segura Socias, embajador de la Delegación de la Unión Europea en Bolivia, coincidió en que enfrentar el crimen organizado es uno de los desafíos más urgentes a nivel global, señalando que la cooperación integral es esencial para su abordaje. Desde 2005, la UE ha invertido más de 225 millones de dólares en programas bilaterales, y actualmente destina 60 millones de dólares adicionales a esta causa.
Las cifras hablan por sí solas: en 2024, Bolivia ha incautado 38.1 toneladas de cocaína, reflejando un esfuerzo coordinado entre la Policía Boliviana y la ciudadanía. Del Castillo reafirmó que “Bolivia es uno de los países más seguros”, gracias a la colaboración y el compromiso de todos los bolivianos.
Asimismo, el ministro hizo un llamado a la cooperación regional, enfatizando la necesidad de unir esfuerzos entre países productores, de tránsito y consumidores para desarticular las organizaciones criminales de manera efectiva. “La mejor forma de desbaratar organizaciones criminales es trabajando de manera conjunta”, insistió.
El viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Jaime Mamani, resaltó que Bolivia ha estado combatiendo la problemática de forma frontal y transparente, con el objetivo de reducir tanto la oferta como la demanda de drogas, logrando resultados sin precedentes.
Se mencionaron los avances de iniciativas como AIRCOP y el Programa de Control de Contenedores, que han permitido la incautación de importantes cantidades de drogas y sustancias químicas ilícitas, además de la ampliación de estos programas en aeropuertos y pasos fronterizos.
Este enfoque conjunto refleja un compromiso renovado y sólido en la lucha contra el narcotráfico, un desafío que requiere una respuesta coordinada y efectiva a nivel nacional e internacional