
El Pacto de Unidad ha declarado la activación de una «vigilia permanente» en las carreteras de Bolivia, con el objetivo de prevenir la posible detención del expresidente Evo Morales, quien se enfrenta a un proceso penal vinculado a un caso de trata de personas en Tarija. La decisión fue comunicada a través de un instructivo dirigido a las organizaciones sociales, que subraya la firme determinación de proteger al líder del Movimiento Al Socialismo (MAS).

Ayer, tras la inasistencia de Morales a su declaración informativa programada, la fiscal departamental de Tarija, Sandra Gutiérrez, anunció la emisión de un mandamiento de aprehensión. La misma medida se prevé para los padres de la víctima, quienes también faltaron a la cita judicial. «Lo que corresponde es precisamente eso, sacar el mandamiento de aprehensión, ya que han sido notificados debidamente», afirmó Gutiérrez en declaraciones a la prensa.
En respuesta a esta situación, el instructivo del Pacto de Unidad destaca dos puntos clave: la vigilia permanente iniciada a nivel nacional y una advertencia clara: cualquier intento de detención de Morales desatará un bloqueo de carreteras en los nueve departamentos del país. La defensa del exmandatario ha cuestionado las condiciones en las que debería haberse llevado a cabo la declaración, sugiriendo que el proceso debería realizarse en el Trópico de Cochabamba, en línea con una resolución de acción constitucional.
Esta escalada en el conflicto refleja no solo la polarización política en el país, sino también la lealtad de las bases del MAS hacia su líder, evidenciando un clima de resistencia frente a lo que consideran una persecución política. La vigilancia en las carreteras, así como la advertencia de bloqueos, pone de manifiesto la disposición de los sectores sociales a movilizarse en defensa de lo que consideran derechos vulnerados. La situación se mantiene tensa, mientras la comunidad política observa de cerca los próximos movimientos en este complicado escenario