
Representantes diplomáticos de Bolivia en el exterior reafirmaron su «lealtad inquebrantable» hacia el presidente Luis Arce y el pueblo boliviano, rechazando las insinuaciones del expresidente Evo Morales, quien pidió su dimisión en un intento de desacreditar al actual gobierno. En un comunicado, los diplomáticos condenaron estas demandas como «antidemocráticas y reaccionarias», destacando que atentan contra la economía y la estabilidad democrática del país.
En su declaración, los más de 50 diplomáticos exigieron a los «sectores desestabilizadores» que abandonaron el camino del bloqueo, la violencia y la confrontación. Resaltaron que estas acciones buscan únicamente la defensa de intereses personales y la impunidad de Morales, quien enfrenta procesos judiciales. La medida de presión impulsada por Morales cumple ya 21 días, afectando a la economía y provocando incidentes de violencia, incluidos ataques a las fuerzas de seguridad y la prensa.
«¡No renunciaremos, no huiremos!» expresaron los representantes en su comunicado, reafirmando su compromiso con la defensa de los valores y principios democráticos y los derechos de todos los bolivianos. Recordaron la crisis de 2019, cuando Morales dejó el país y se desató una persecución contra sus seguidores, y aseguraron que mantendrán su firmeza en la protección de los derechos y la seguridad de la población, especialmente de niños y adolescentes.