
La drástica caída en las tasas de fertilidad a nivel mundial plantea un desafío inédito para la mayoría de los países, que podrían enfrentar una reducción significativa de sus poblaciones para el año 2100. Según un estudio publicado en The Lancet, se estima que más del 97 % de los países tendrán tasas de fertilidad insuficientes para mantener sus niveles poblacionales actuales, lo que podría desencadenar profundas transformaciones económicas y sociales a nivel global.
Este fenómeno se manifiesta con especial fuerza en Europa Occidental, donde se proyecta que la tasa de fertilidad total disminuirá de 1.44 en 2050 a 1.37 para 2100. En el Reino Unido, la situación es aún más alarmante: la tasa, que fue de 2.19 en 1950, podría caer a 1.30 hacia el final del siglo. Estos valores están muy por debajo del umbral de 2.1 hijos por mujer, necesario para mantener una población estable sin inmigración significativa.
Ante este panorama, los investigadores sugieren que las políticas sociales, como la licencia parental mejorada y el acceso a guarderías gratuitas, podrían ofrecer un leve alivio. Sin embargo, advierten que estas medidas no serán suficientes para revertir la tendencia de disminución poblacional. La Dra. Natalia V Bhattacharjee, coautora del estudio, destacó que estas tendencias redefinirán la economía global y el equilibrio de poder internacional, mientras los países intentan gestionar un ‘baby boom’ en algunas regiones y un ‘baby bust’ en otras.
Finalmente, el estudio subraya la necesidad de implementar políticas que no solo fomenten la natalidad, sino que también apoyen la inmigración para sostener el crecimiento económico. Además, se advierte sobre el riesgo de que algunas naciones, ante la falta de soluciones eficaces, recurran a políticas restrictivas en derechos reproductivos, lo que podría tener consecuencias adversas para los derechos de las mujeres y el desarrollo económico.