
En una demostración de fuerza sin precedentes, miles de trabajadores afiliados a la Central Obrera Boliviana (COB) se congregaron este martes en la Ceja de El Alto, para iniciar una marcha masiva hacia el centro de La Paz. Su destino: las puertas de la Asamblea Legislativa Plurinacional, donde exigen la pronta aprobación de varias leyes críticas.

La manifestación, convocada por el líder de la COB, Juan Carlos Huarachi, refleja un creciente descontento con el ritmo de trabajo de los legisladores. Huarachi había anticipado la jornada con un mensaje claro: la paciencia de los trabajadores se está agotando. Abel Aguilar, otro destacado dirigente, amplió la amenaza durante la concentración: «Si los asambleístas no aprueban los proyectos de ley que llevan esperando desde la gestión pasada, tomaremos la sede del Legislativo. Exigimos que trabajen y cumplan con lo que el pueblo ha determinado».
Entre las leyes que los trabajadores demandan se encuentran iniciativas para proteger la industria nacional y elevar a rango de ley el decreto 4668, el cual busca regular y garantizar los derechos laborales de los trabajadores bajo el régimen de la Ley General del Trabajo.
El descontento de la COB se intensificó luego de que un grupo de dirigentes afines al expresidente Evo Morales tomara temporalmente la sede de la COB en La Paz, lo que Huarachi denunció como un intento de “golpe sindical”. Ante esta situación, el líder sindical ratificó la marcha de hoy y la amenaza de una «ocupación física» de la Asamblea Legislativa si las leyes no son aprobadas.
“Vamos a presionar hasta el final. Si no quieren legislar, que asuman sus suplentes y, si estos tampoco quieren, plantearemos el cierre del Parlamento”
La «Marcha por la Democracia», como ha sido denominada, La creciente tensión entre los trabajadores y el poder legislativo, sino que también se alinea con las demandas del gobierno de Luis Arce Catacora. Los próximos días serán cruciales para observar cómo responden las autoridades a esta contundente presión social.