

En las últimas horas, marchistas afines a Evo Morales han retomado a las agresiones en las carreteras, replicando los lamentables hechos ocurridos en Vila Vila. Estos hechos en la denominada «Marcha de la Muerte», han alcanzado niveles alarmantes de agresión, no solo hacia campesinos y ciudadanos a quienes consideran «sospechosos», sino también hacia la prensa evitando la realización de su trabajo periodístico.
Los testimonios de quienes han sido víctimas de estos ataques relatan que los marchistas bajan de sus vehículos a cualquier persona que consideran como sospechosos, agrediéndolos brutalmente. Entre las víctimas se encuentran transportistas, campesinos e incluso transeúntes.
La situación se agrava aún más cuando estos grupos impiden que los periodistas puedan registrar lo que está sucediendo, agrediéndolos físicamente e incautando sus equipos de trabajo para evitar la difusión de imágenes y videos.