

La estabilidad de los bonos soberanos de Bolivia ha mostrado un repunte significativo en los últimos días, alcanzando su nivel más alto en un año, según un análisis reciente publicado por Bloomberg. Esta tendencia al alza está directamente vinculada con la percepción de los mercados sobre los desafíos legales que enfrenta Evo Morales, lo que ha reducido las expectativas de su retorno al poder y fortalecido la confianza en un escenario económico más estable para el país.
De acuerdo con el informe de KNG Securities, una firma privada especializada en análisis de mercado, los bonos soberanos de Bolivia denominados en dólares han sido calificados positivamente, con proyecciones optimistas sobre una posible reestructuración de la deuda. La reestructuración, según KNG, podría implicar el diferimiento de pagos sin afectar significativamente las tasas de interés o el capital, una señal que ha sido bien recibida por los inversionistas.
Desde principios de octubre, los bonos con vencimiento en 2030 han experimentado un aumento de 3,5 centavos, alcanzando los 60,5 centavos por dólar. Este incremento se produjo tras la publicación del informe de KNG, que sugiere que el mercado se inclina hacia la confianza en una reestructuración manejable. Además, el panorama económico muestra una ligera recuperación de las Reservas Internacionales Netas (RIN) del país, que han subido de 1.700 millones de dólares a finales de 2023 a 1.900 millones en agosto de 2024.
Mariano Ortiz Villafañe, economista senior de BancTrust, citado por Bloomberg, ha señalado que esta coyuntura podría abrir la puerta a posibles reformas estructurales, siempre y cuando el país logre superar las tensiones políticas dentro del Movimiento Al Socialismo (MAS). La disputa entre Evo Morales y el presidente Luis Arce ha limitado, hasta el momento, la capacidad del gobierno para implementar ajustes necesarios para corregir los desequilibrios macroeconómicos que enfrenta Bolivia.
A pesar de los desafíos persistentes, como la disminución en la producción de gas natural y la presión sobre las reservas de divisas, los inversionistas ven con optimismo las acciones del gobierno para manejar la situación. El país ha recurrido a préstamos multilaterales y la venta de oro como estrategias clave para mitigar la escasez de dólares, sostener su tipo de cambio fijo y evitar una crisis de pagos a corto plazo.