

El presidente reelecto de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció un presunto intento de golpe de Estado tras su reelección en las elecciones presidenciales del pasado domingo. Maduro afirmó que esta situación representa una reedición del reconocimiento del opositor Juan Guaidó como presidente interino, a la que denominó como «Guaidó 2.0».
«Se está intentando imponer en Venezuela un golpe de Estado nuevamente de carácter fascista y contrarrevolucionario», declaró Maduro, comparando la situación actual con eventos desestabilizadores pasados. «El pueblo venezolano se enfrenta nuevamente a élites llenas de odio con un proyecto contrarrevolucionario», añadió.
Durante su discurso, Maduro alertó sobre los primeros pasos fallidos de esta operación y subrayó que no permitirán que la democracia venezolana sea socavada. «Esta vez en Venezuela se respetará la Constitución, se respetará la ley y no se impondrá ni el odio, ni el fascismo, ni la mentira, ni la manipulación», enfatizó el presidente, mostrando una firme determinación ante los intentos desestabilizadores.
Maduro también recordó las dificultades enfrentadas durante la campaña electoral, mencionando repetidos intentos de asesinato en su contra. «Se intentó en varias circunstancias. En el mismo momento en que nosotros conversábamos del gobierno de los Estados Unidos, desde mayo del año pasado, se intentó asesinarme en cinco oportunidades», denunció, subrayando la gravedad de los desafíos que ha tenido que enfrentar.
A nivel internacional, el presidente venezolano destacó que los mismos actores que ahora cuestionan los resultados electorales son aquellos que apoyaron intentos previos de forzar un cambio político en Venezuela. Con estas declaraciones, Maduro busca consolidar su posición y advertir a sus opositores que esta vez no habrá concesiones.