

El primer trimestre de 2024 ha marcado un preocupante incremento en los índices de pobreza en Argentina, que han saltado del 45% al 55%. Este alarmante aumento está forzando a muchos argentinos a adoptar medidas extremas para enfrentar la crisis económica, tales como la compra y venta de ropa usada y la liquidación de sus ahorros en dólares.
A pesar de los esfuerzos del gobierno de Javier Milei para reducir la inflación, el costo de estas políticas ha sido una acentuada recesión que ha elevado los niveles de desempleo y mantenido estancados los salarios. La situación económica ha llevado a: aquellos que antes compraban dólares para proteger sus ahorros de la inflación ahora se ven obligados a vender su moneda extranjera para cubrir necesidades básicas y gastos corrientes.
Esta nueva realidad económica crea una división drástica en las prioridades de los ciudadanos. Aquellos sin ahorros enfrentan decisiones difíciles, como elegir entre adquirir ropa usada o destinar el dinero a alimentos.