

Bolivia se enfrenta a una posible convulsión social luego del anuncio realizado por el sector del transporte pesado, que podría desencadenar un paro movilizado con bloqueos de carreteras y cierre de fronteras a partir de este jueves.
Durante la jornada de hoy, se llevó a cabo un ampliado del transporte pesado en la ciudad de Santa Cruz. Al culminar la reunión, Héctor Mercado, dirigente del sector, informó que se ha decidido otorgar un plazo de 72 horas hábiles a las autoridades para resolver sus demandas. De no obtener una respuesta satisfactoria en este lapso, los transportistas iniciarán medidas de presión que podrían perjudicar el país.
«Si no obtenemos una solución en 72 horas, comenzaremos un paro movilizado con bloqueo de carreteras y cierre de fronteras desde este jueves,» declaró Mercado. Esta medida, sin lugar a dudas, generaría un perjuicio significativo, no solo para los viajeros que se verían impedidos de transitar por las rutas obstruidas, sino también para el abastecimiento de alimentos en las ciudades capitales, que se vería afectado.
Hasta el momento, las autoridades del gobierno nacional no han emitido una respuesta oficial al anuncio. En días anteriores, se habían establecido mesas de trabajo y una reunión con la participación del primer mandatario del país, en la que se lograron suspender los anuncios de presión realizados en ese entonces.
La población y los diversos sectores económicos del país se encuentran en estado de alerta ante la posibilidad de un paro que podría tener consecuencias para la economía y el bienestar de la ciudadanía